Escúchalo aquí.
Lectura para hoy: Eze. 14-16
Ezequiel 14 – Contra la idolatría
1 Unos jefes de Israel vinieron a visitarme, y se sentaron frente a mí. 2 Entonces el Señor me dirigió la palabra:
3 «Hijo de hombre, estas personas han hecho de su corazón un altar de ídolos malolientes, y a su paso han colocado trampas que los hacen pecar. ¿Cómo voy a permitir que me consulten? 4 Por tanto, habla con ellos y adviérteles que así dice el Señor omnipotente: “A todo israelita que haya hecho de su corazón un altar de ídolos malolientes, y que después de haber colocado a su paso trampas que lo hagan pecar consulte al profeta, yo el Señor le responderé según la multitud de sus ídolos malolientes. 5 Así cautivaré el corazón de los israelitas que por causa de todos esos ídolos malolientes se hayan alejado de mí.”
6 »Por tanto, adviértele al pueblo de Israel que así dice el Señor omnipotente: “¡Arrepiéntanse! Apártense de una vez por todas de su idolatría y de toda práctica repugnante.” 7 Yo seré quien le responda a todo israelita o inmigrante que resida en Israel y que se haya alejado de mí: al que haya hecho de su corazón un altar de ídolos malolientes, o haya colocado ante sí trampas que lo hayan hecho pecar, y luego haya acudido al profeta para consultarme. 8 Me enfrentaré a él, y de él haré una señal de escarmiento, y lo extirparé de mi pueblo. Así sabrán que yo soy el Señor.
9 »Si un profeta es seducido y pronuncia un mensaje, será porque yo, el Señor, lo he seducido. Así que levantaré mi mano contra él, y lo haré pedazos en presencia de mi pueblo. 10 Tanto el profeta como quien lo haya consultado cargarán con la misma culpa, 11 para que el pueblo de Israel ya no se aparte de mí ni vuelva a mancharse con sus pecados. Entonces ellos serán mi pueblo y yo seré su Dios. Lo afirma el Señor omnipotente.»
Contra falsas esperanzas
12 El Señor me dirigió la palabra:
13 «Hijo de hombre, si un país peca contra mí y persiste en su infidelidad, yo levantaré mi mano contra él; le quitaré las provisiones, lo sumiré en el hambre, y arrasaré a sus habitantes y a sus animales. 14 Y aun si Noé, Daniel y Job vivieran en ese país, sólo ellos se salvarían por su justicia. Lo afirmo yo, el Señor omnipotente.
15 »Y si por todo el país yo mandara bestias feroces que lo arrasaran y lo convirtieran en desierto desolado, de modo que por temor a las fieras nadie se atreviera a pasar, 16 aun si aquellos tres hombres vivieran allí, ni sus hijos ni sus hijas sobrevivirían. Sólo ellos se salvarían, pero el país quedaría desolado. ¡Yo, el Señor omnipotente, lo juro por mí mismo!
17 »Y si yo enviara guerra sobre ese país y dejara que la espada arrasara la tierra y eliminara a sus habitantes y a sus animales, 18 aun si aquellos tres hombres vivieran allí, ni sus hijos ni sus hijas sobrevivirían. Sólo ellos se salvarían. ¡Yo, el Señor omnipotente, lo juro por mí mismo!
19 »Y si yo enviara peste a ese país y derramara sobre él mi ira mortal para eliminar a sus habitantes y a sus animales, 20 aun si Noé, Daniel y Job vivieran allí, ni sus hijos ni sus hijas sobrevivirían. Sólo ellos se salvarían por su justicia. ¡Yo, el Señor omnipotente, lo juro por mí mismo!
21 »Así dice el Señor omnipotente:
¡Peor será cuando mande contra Jerusalén mis cuatro castigos fatales: la guerra, el hambre, las bestias feroces y la peste! Con ellas arrasaré a sus habitantes y a sus animales. 22 Sin embargo, quedarán algunos sobrevivientes que serán liberados y harán salir del exilio a sus hijos y a sus hijas. Cuando lleguen adonde están ustedes, y ustedes vean su conducta y sus obras, se consolarán del desastre que envié contra Jerusalén, y de todo lo que hice contra ella. 23 Ustedes se consolarán cuando vean la conducta y las obras de esa gente, y sabrán que lo que hice contra Jerusalén no fue sin razón. Lo afirma el Señor omnipotente.»
Ezequiel 15 – Jerusalén, una vid inútil
1 El Señor me dirigió la palabra:
2 «Hijo de hombre, ¿en qué supera la leña de la vid a la madera de los árboles del bosque? 3 Esa leña no sirve para hacer muebles, ¡y ni siquiera para hacer una percha! 4 ¡Escasamente sirve para alimentar el fuego! Pero ¿de qué sirve cuando sus extremos se consumen y ya se ha quemado por dentro? 5 Si cuando estaba entera no servía para nada, ¡mucho menos cuando ya ha sido consumida por el fuego!
6 »Por tanto, así dice el Señor omnipotente:
Como la leña de la vid, que sólo sirve para echarla al fuego, así haré con los habitantes de Jerusalén. 7 Voy a enfrentarme a ellos; ¡se han librado de un fuego, pero serán consumidos por otro! Cuando me enfrente a ellos, ustedes sabrán que yo soy el Señor. 8 Convertiré a este país en desolación, porque ha sido infiel. Lo afirma el Señor omnipotente.»
Ezequiel 16 – Infidelidad de Jerusalén
1 El Señor me dirigió la palabra:
2 «Hijo de hombre, échale en cara a Jerusalén sus prácticas repugnantes. 3 Adviértele que así dice el Señor omnipotente: “Jerusalén, tú eres cananea de origen y de nacimiento; tu padre era amorreo y tu madre, hitita. 4 El día en que naciste no te cortaron el cordón umbilical; no te bañaron, no te frotaron con sal, ni te envolvieron en pañales. 5 Nadie se apiadó de ti ni te mostró compasión brindándote estos cuidados. Al contrario, el día en que naciste te arrojaron al campo como un objeto despreciable.
6 » ”Pasé junto a ti, y te vi revolcándote en tu propia sangre y te dije: ¡Sigue viviendo; 7 crece como planta silvestre! » ”Tú te desarrollaste, y creciste y te hiciste mujer. Y se formaron tus senos, y te brotó el vello, pero tú seguías completamente desnuda.
8 » ”Tiempo después pasé de nuevo junto a ti, y te miré. Estabas en la edad del amor. Extendí entonces mi manto sobre ti, y cubrí tu desnudez. Me comprometí e hice alianza contigo, y fuiste mía. Lo afirma el Señor omnipotente.
9 » ”Te bañé, te limpié la sangre y te perfumé. 10 Te puse un vestido bordado y te calcé con finas sandalias de cuero. Te vestí con ropa de lino y de seda. 11 Te adorné con joyas: te puse pulseras, collares, 12 aretes, un anillo en la nariz y una hermosa corona en la cabeza.
13 Quedaste adornada de oro y plata, vestida de lino fino, de seda y de telas bordadas. Te alimentabas con el mejor trigo, y con miel y aceite de oliva. Llegaste a ser muy hermosa; ¡te sobraban cualidades para ser reina! 14 Tan perfecta era tu belleza que tu fama se extendió por todas las naciones, pues yo te adorné con mi esplendor. Lo afirma el Señor omnipotente.
15 » ”Sin embargo, confiaste en tu belleza y, valiéndote de tu fama, te prostituiste. ¡Sin ningún pudor te entregaste a cualquiera que pasaba! 16 Con tus mismos vestidos te hiciste aposentos idolátricos de vistosos colores, y allí te prostituiste. ¡Algo nunca visto! 17 Con las joyas de oro y plata que yo te había obsequiado, hiciste imágenes masculinas, y con ellas te prostituiste ofreciéndoles culto. 18 Les pusiste tus vestidos bordados, y les ofreciste mi aceite y mi perfume. 19 Como ofrenda de olor fragante les presentaste el alimento que yo te había dado: el mejor trigo, el aceite de oliva y la miel. Lo afirma el Señor omnipotente.
20 » ”Tomaste también a los hijos y a las hijas que tuviste conmigo y los sacrificaste como alimento a esas imágenes. ¡No te bastaron tus prostituciones! 21 Inmolaste a mis hijos y los pasaste por fuego como ofrenda en honor de esos ídolos. 22 En todas tus repugnantes prácticas y prostituciones no te acordaste de los días de tu infancia, cuando estabas completamente desnuda y te revolcabas en tu propia sangre.
23 » ”¡Ay de ti, ay de ti! —afirma el Señor omnipotente—.
Para colmo de tus perversidades, 24 construiste prostíbulos en cada plaza. 25 ¡No hubo esquina donde no te exhibieras para prostituirte! Te abriste de piernas a cualquiera que pasaba, y fornicaste sin cesar. 26 Te acostaste con los egipcios, tus vecinos de grandes genitales, y para enfurecerme multiplicaste tus fornicaciones. 27 Yo levanté mi mano para castigarte y reduje tu territorio; te entregué a las ciudades filisteas, que se avergonzaban de tu conducta depravada. 28 Una y otra vez fornicaste con los asirios, porque eras insaciable. 29 Lo mismo hiciste con los comerciantes de Babilonia, y ni así quedaste satisfecha.
30 » ”¡Qué mente tan depravada la tuya! —afirma el Señor omnipotente—. ¡Te comportabas como una vil prostituta! 31 Pero cuando en cada plaza armabas un prostíbulo y te exhibías en cada esquina, no te comportabas como una prostituta, ¡pues no cobrabas nada!
32 » ”¡Adúltera! Prefieres a los extraños, en vez de a tu marido. 33 A todas las prostitutas se les paga; tú, en cambio, les pagas a tus amantes. Los sobornas para que vengan de todas partes a acostarse contigo. 34 En tu prostitución has sido diferente de otras mujeres: como nadie se te ofrecía, tú pagabas en vez de que te pagaran a ti. ¡En eso sí eras diferente de las demás!
35 » ”Por tanto, prostituta, escucha la palabra del Señor. 36 Así dice el Señor omnipotente: Has expuesto tus vergüenzas y exhibido tu desnudez al fornicar con tus amantes y con tus malolientes ídolos; a éstos les has ofrecido la sangre de tus hijos. 37 Por tanto, reuniré a todos tus amantes, a quienes brindaste placer; tanto a los que amaste como a los que odiaste. Los reuniré contra ti de todas partes, y expondré tu desnudez ante ellos, y ellos te verán completamente desnuda. 38 Te juzgaré como a una adúltera y homicida, y derramaré sobre ti mi ira y mi celo. 39 Te entregaré en sus manos, y ellos derribarán tus prostíbulos y demolerán tus puestos. Te arrancarán la ropa y te despojarán de tus joyas, dejándote completamente desnuda. 40 Convocarán a la asamblea contra ti, y te apedrearán y te descuartizarán a filo de espada. 41 Incendiarán tus casas, y en presencia de muchas mujeres ejecutarán la sentencia contra ti. Yo pondré fin a tu prostitución, y ya no volverás a pagarles a tus amantes. 42 Así calmaré mi ira contra ti y se apaciguarán mis celos; me quedaré tranquilo y sin enojo. 43 Yo te hago responsable de tu conducta por haberte olvidado de los días de tu infancia, por haberme irritado con todas estas cosas, y por haber agregado infamia a tus prácticas repugnantes. Lo afirma el Señor.
44 » ”Los que acostumbran citar refranes, dirán esto de ti:
‘De tal palo, tal astilla.’ 45 Tú eres igual a tu madre, que despreció a su marido y a sus hijos; eres igual a tus hermanas, que despreciaron a sus maridos y a sus hijos. La madre de ustedes era hitita, y su padre, amorreo. 46 Tu hermana mayor es Samaria, ubicada al norte de ti con sus aldeas. Tu hermana menor es Sodoma, ubicada al sur de ti con sus aldeas. 47 No sólo has seguido su conducta, sino que has actuado según sus prácticas repugnantes. En poco tiempo llegaste a ser peor que ellas. 48 Yo, el Señor, lo juro por mí mismo: ni tu hermana Sodoma ni sus aldeas hicieron jamás lo que tú y tus aldeas han hecho. 49 Tu hermana Sodoma y sus aldeas pecaron de soberbia, gula, apatía, e indiferencia hacia el pobre y el indigente. 50 Se creían superiores a otras, y en mi presencia se entregaron a prácticas repugnantes. Por eso, tal como lo has visto, las he destruido. 51 ¡Pero ni Samaria ni sus aldeas cometieron la mitad de tus pecados! Tú te entregaste a más prácticas repugnantes que ellas, haciendo que ellas parecieran justas en comparación contigo. 52 Ahora tú, carga con tu desgracia; porque son tantos tus pecados que has favorecido a tus hermanas al hacerlas parecer más justas que tú. ¡Avergüénzate y carga con tu desgracia! Has hecho que tus hermanas parezcan más justas que tú.
53 » ”Pero yo cambiaré su suerte, la suerte de Sodoma y de Samaria, con sus respectivas aldeas, y haré lo mismo contigo. 54 Así cargarás con tu desgracia y te avergonzarás de todo lo que hiciste, y les servirás de consuelo. 55 Tú y tus dos hermanas, con sus respectivas aldeas, volverán a ser como antes. 56 ¿Acaso no te burlabas de tu hermana Sodoma en tu época de orgullo, 57 antes de que se hiciera pública tu maldad? Ahora te has vuelto el hazmerreír de las aldeas edomitas y filisteas, ¡y por todas partes te desprecian! 58 Sobre tus hombros llevas el peso de tu infamia y de tus prácticas repugnantes. Lo afirma el Señor.
59 » ”Así dice el Señor omnipotente:
Te daré tu merecido, porque has menospreciado el juramento y quebrantado la alianza. 60 Sin embargo, yo sí me acordaré de la alianza que hice contigo en los días de tu infancia, y estableceré contigo una alianza eterna. 61 Tú te acordarás de tu conducta pasada, y te avergonzarás cuando yo acoja a tus hermanas, la mayor y la menor, para dártelas como hijas, aunque no participan de mi alianza contigo. 62 Yo estableceré mi alianza contigo, y sabrás que yo soy el Señor. 63 Cuando yo te perdone por todo lo que has hecho, tú te acordarás de tu maldad y te avergonzarás, y en tu humillación no volverás a jactarte. Lo afirma el Señor omnipotente.” »